viernes, 13 de enero de 2012

Ofelia (Francisco Villaespesa)

Turbia de sombra, el agua del remanso
reflejó nuestras trémulas imágenes,
extáticas de amor, bajo el crepúsculo,
en la enferma esmeralda del paisaje…

Era el frágil olvido de las flores
en el azul silencio de la tarde,
un desfile de inquietas golondrinas
sobre pálidos cielos otoñales…

En un beso muy largo y muy profundo
nos bebimos las lágrimas del aire,
y fueron nuestras vidas como un sueño
y los minutos como eternidades…

Al despertar del éxtasis, había
una paz funeraria en el paisaje,
estertores de fiebre en nuestras manos
y en nuestras bocas un sabor de sangre…

Y en el remanso turbio de tristeza
flotaba la dulzura de la tarde,
enredada y sangrante entre los juncos,
con la inconsciencia inmóvil de un cadáver.

lunes, 9 de enero de 2012

Las palabras se las lleva el viento

Cada paso que damos en la vida nos hace descubrir la magia en los pequeños detalles. Forman parte de lo que significamos para los otros y lo distinto que puede girar nuestra actitud, formando milagros en muchas ocasiones. Con las palabras hay que saber manejarlas bien, siendo fieles a nuestro sentimiento, no creando más engaños de lo que hay en el mundo. Por eso, los actos son más importantes que las bellas palabras que se pierden en el olvido. En el amor, por ejemplo, no se trata de mil te quiero sino que se demuestre cada día para saber que le importas de verdad a la persona, al fin y al cabo la palabra puede ser obrada mal con ciertos propósitos como los sofistas. 
   Puede que ahora se tenga miedo y por eso inmortalicen la palabra como si el tiempo jamás pudiera dañarla, pero todo es inevitable que en esta vida pase, así pues, cuanto más sinceros seamos más fuertes seremos perdurando. 
   ¿Cuánto más puede aguantar un corazón con las promesas que nunca fueron cumplidas? 

jueves, 5 de enero de 2012

A los que aman

Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura. Tanto más ajena a nosotros cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. 
   Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, el más hondo… el más injusto. Pasé mi vida amando a una mujer que amaba a otro que no la amaba a ella sino a otra de la que nunca supo si le correspondía. Era este un tiempo en el que todavía podía mirar el futuro con más esperanza que miedo. 

lunes, 2 de enero de 2012

El preso y la golondrina

Golondrina, no te poses
en la reja de este preso,
que te contagio mis penas,
mi soledad, mi amargura.
Tú no sabes nada de eso.

Tú sólo sabes volar,
con tu armonioso trinar
quieres darme la alegría,
endulzar mis tristes días,
hacerme la vida más alegre
para que no sufra más.

Eres el ave más buena
que jamás he conocido,
pues naciste para amar,
para llevar tu mensaje
y consuelo al desvalido,
para aliviar el dolor
que yo siento aquí metido.

Con gratitud yo te pago,
lo que tú haces conmigo,
pero ya, no te detengas,
vuela otra vez a tu hogar,
vuelve otra vez a tu nido
y busca la libertad
que es lo que yo ya he perdido.

domingo, 1 de enero de 2012

La decadencia de la ilusión

Mi sentimiento más apreciado sucumbido por los demás cada vez que me pasa. Quiero soñar con mi amado de lo perfecto que es todo, pero siempre están tus cercanos advirtiéndote de los peligros, bajando al mundo real y destrozando la ilusión de vivir el momento a su lado. No puedo mantener ambos sentimientos a la vez, sólo uno es mi guía, ¿por qué desperdiciarlo sin mostrar interés en mi amado pudiéndole ofrecer el paraíso mientras nos dure el sueño?
   El final es inevitable que aparezca algún día, puede que sea hoy y tendré que volver a superar el dolor de mi corazón. Todo es muy incierto últimamente en mi vida, cada persona nos muestra actitudes que nunca habíamos pensado de ellas, por eso, vivo el presente como si fuera el último día con mis más grandes ilusiones y quedándome con los buenos recuerdos.