sábado, 31 de agosto de 2013

Nina

Una vez más vuelvo abrir con la llave la puerta de aquél viejo desván, 
donde está guardado mi antiguo piano y mis recuerdos. 

Desde que era una niña, le he dado vueltas a mi mente.
Canté en ese piano, desgarré mi vestido blanco, grité y lloré.

Y no quiero ver lo que he visto, para deshacer lo que he hecho.
Apagar todas las luces, dejar que la mañana llegue.

Una hoja en blanco sigue esperando su partitura eternamente.
Partí la pluma para crear la melodía del silencio.

En este champán, perdida en la embriaguez para afrontar el mundo. 
Es como me siento cuando cae la noche y estoy sola.

Porque soy un alma difícil de salvar en medio de un océano,
pero lo bordearé con fuerza para encontrar el camino.

Ahora hay una luz azul en mis ojos, y mi amante está en mi mente.
Y cantaré en el piano, desgarraré mi vestido blanco, gritaré y lloraré.

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