jueves, 2 de febrero de 2012

La lluvia

Empiezan a caer las primeras gotas en mi rostro y corro a refugiarme en algún lugar antes que el tiempo empeore por completo. Pero es demasiado tarde, el agua ya ha invadido mi ser de profunda melancolía mientras permanezco sentada esperando a que escampe, perdida en mi mundo con amargos recuerdos. 
   Tan misterioso es el poder de la lluvia que nos afecta el estado queramos o no huir de él, aunque siempre he creído que sin dolor ni sufrimiento no habría arte en el ser humano para crear las maravillas que están ocultas. La percepción de ver llover es como un reflejo de nuestros sentimientos reprimidos que se muestran con tristeza esos días tan oscuros en los que estamos perdidos, encaminándonos con una vela a través del suplicio. Nostalgia por lo que una vez tuvimos, ansia por lo que esperamos encontrar… Un sin fin de preocupaciones en los que nos vamos consumiendo hasta que la lluvia cesa. Entonces me levanto y vuelvo a encaminarme hasta mi hogar, observando los pocos rayos del sol. 
   Últimamente parece que no para de llover en mi corazón...

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