martes, 16 de octubre de 2012

Cedant voluntas togae

Haz esto, no lo otro.
Di esto, no lo otro.
Siente esto, no lo otro.

Sigue el protocolo de la vida,
no importa tus sentimientos;
sólo obedece sin protestar,
que tus palabras no transluzcan la verdad.

Deberes que cumplir.
Sentimientos que reprimir.
Sueños que desaparecen 
en un mundo de decadencia. 

Vivir para ocultar el rostro. 
Cadenas para cerrar el monstruo. 
¿Quién soy yo? 
¿Aquél que habla o aquél que grita en silencio?

Encarcelado entre dos mundos, 
contemplo mi templo moribundo. 
Vivir sin vida dentro, 
morir sin estar muerto.


Un golpe por cada sonrisa,
dolor cuando acaricia la brisa.
Eclipso el sol entre paredes,
a cal y canto la luz no aparece.

Robando lágrimas al llanto.
Amordazando las emociones que espanto.
Sólo por dentro donde no me engaño.
Me paro cuando tengo que correr,
y todo va deprisa cuando me paro.

¿Para qué desgarrar mi libertad?
¡Maldito manual de conclusiones!
¡Malditas fachadas de ilusiones!
De todo va bien, todo correcto,
de hacer como que todo es perfecto.

Si se te olvidó algo, vuelve a empezar,
pues arriba siempre estará la prioridad. 

1 comentario:

  1. El título proviene del dicho latino por Cicerón "Cedant arma togae" cuya traducción literal es: "Que las armas cedan a la toga". Se emplea esta frase para expresar que el gobierno militar, representado por las armas, debe ceder el paso al gobierno civil, representado por la toga.
    Aquí lo cambio por "Cedant voluntas togae" para resaltar que ahora la voluntad es la que está siendo sometida con la realidad tan dura que vivimos: la crisis actual y todo el poder que nos aprisiona el alma -incluída la sociedad.
    Esto será lo que quiere que seamos para ser aceptados, un ser humano vivo, pero por dentro somos un ser humano muerto.

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