jueves, 29 de octubre de 2015

Leña

Teníamos una casa de sueños al lado del bosque,
donde por las mañanas salíamos a recoger
la leña para calentarnos en la chimenea por las noches.

Un día un vendaval entró por la ventana,
rompiendo todo lo que encontró.
Dimos vueltas con las palabras, 
y nos arrastramos al precipicio con gritos.

El último golpe sonó hundiendo el hacha,
en el último amanecer que veríamos
con los pájaros volando lejos. 
  
Sin el techo que el vendaval nos arrebató,
la lluvia nos mojó la última leña del hogar. 
Ya jamás podría volver a calentar, esta pobre leña.

Y en la penumbra nos preguntamos cuánta agua
tiene que caer para que se ahogue este amor. 

Teníamos una casa de sueños al lado del bosque,
donde por las mañanas salíamos a recoger
la leña para calentarnos en la chimenea por las noches.

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