Marionetas rotas en el
callejón,
vuestro amo os tiró del
tirón.
Enredadas en hilo, con ojos
afligidos, esperáis el final
de vuestro trágico destino.
Ningún caminante curioso,
se detiene ante vosotras.
Creadas de un viejo árbol,
al sur de Francia.
Diseñadas y listas,
trasladadas
fuisteis por el mar
Cantábrico.
Ansiosas por actuar, en el
gran
teatro del momento, la caja
abrieron con gran disgusto.
Ni tres representaciones ni
ninguna
en la que pudieran
estrenarse.
Con el corazón partido,
olvidadas
os dejaron en el
acontecimiento.
No hay lágrimas que expresen
el dolor, pero sí la madera
que
se rompe sin piedad.
Marionetas rotas en el
callejón,
vuestro amo os tiró del
tirón.
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