“En
cada momento de nuestras vidas tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en
el abismo”. Estas palabras fueron dichas magistralmente por Paulo Coelho. La
vida que tenemos tiene que estar guiada por los sueños con su ilusión, pero
respetando la realidad en que nos encontramos.
De lo referente al abismo, en los últimos
tiempos, las cosas han cambiado bastante; el avance de la tecnología nos ha
creado una dependencia abusiva del medio social que nos ha hecho perder las
conversaciones y el trato personal, basándonos cada vez más en una imagen
superficial. Ya no sabemos controlar nuestro límite pues estamos sometidos a hacer
y mirar las cosas como requiere el protocolo… ¿Qué ha sido de nuestros sentimientos
cuando de verdad hacían las cosas porque las sentía? Si no demuestro ciertos
actos ahora, ¿acaso mañana puedo estar seguro que sentiré lo mismo? La
filosofía del Carpe diem ha de estar
presente en todos nosotros. No hay mayor estado de felicidad que el ser fiel a
nosotros mismo, librándonos de las ataduras que nos impone esta moda, pues en cada momento de la
generación vivimos unas u otras.
La siguiente visión del cuento de hadas, es
el otro lado que no debemos olvidar nunca en la vida. Ésta representa el motor
inicial por el que merece la pena luchar. Sin ella seríamos sólo máquinas que
se mueven sin armonía, desperdiciando la belleza verdadera de estar vivo. Hay
que tener metas personales y ambiciones para alcanzar nuestros sueños, pues el
carecer de ellas hace que seamos una presa fácil devorada por las bestias más
fuertes. Mediante este mundo de sueños, se crea la personalidad de cada uno y
el amor –uno de los temas más importantes para el ser humano.
Ambos lados deben de estar juntos: la
realidad como abismo sin vida no tendría sentido, y por otra parte, el sueño
como cuento de hadas se mantendría ciego hasta su decadencia. Puede que sea
difícil muchas veces darnos cuenta, sobre todo cuando nos centramos tanto en
alguno, pero para eso está la experiencia que nos ayuda a aprender el camino de
la vida.
Claro que sí moderación es la clave
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