miércoles, 6 de junio de 2012

Escribe y olvida

Quizás nunca lo viese bien, pero a la luz de la ventana, contemplando el color azul de tus ojos tan claros como el cielo de aquél día pude darme cuenta. Me hablas mientras yo pienso en lo que hubiese sido estar juntos, vivir tan sólo el momento, atormentándome tu complicidad en los acercamientos pasados. Ambos sentimos la atracción pero nos frenó las consecuencias. Parece un juego de niños que teme ser descubierto. ¿Está prohibido desear a una persona simplemente por su cargo? ¿La edad? Eso queda en el olvido cuando se unen  creando grandes sueños que formarán parte del más bello recuerdo. Han pasado varios meses y ahora que se acerca el final es cuando temo no volver a verte nunca más. Terminas de hablar, finalizando la revisión de nuestro último encuentro en la trampa que ideamos. Mi falacia no puede continuar, qué cosas hacemos para seguir viendo a las personas que nos atrae... Nos miramos en silencio durante unos segundos, sonrío y me levanto despidiéndome mientras pienso en qué hubiese sido encontrarte en otra circunstancia, siendo completamente yo sin bloquearme. Supongo que la actitud formal es lo que debe ser, o quizás yo nunca supe aprovechar la ocasión.
  Unos días después, leyendo tus maravillosos escritos, llenos de experiencias, sabiduría y magia, encontré algo que me marcaría:    
Escribe y olvida. Lee y recuerda.
Suelta lastre y alza el vuelo.
Conténtate con todo.
No te conformes con nada.

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