Permanece todo de hielo,
el café congelado con el
humo de mis pensamientos.
Hasta que empieza a quemar
cuando tú te atrapas
en mi gran cama de hielo.
La banquiza se funde
cuando tú me enlazas.
Nada es más triste,
nada es más deseado.
Tu cuerpo es un torrente de lava,
donde todo se va consumiendo.
Un recuerdo nunca ardió tanto como aquél.
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