Sopló después de la última pincelada de tinta negra en su piel, mirando su cuerpo desnudo al alba con el escrito: “Le arranca la piel y salen estrellas, imposibles de atrapar, perdida en su contemplación fugaz.” Cuando abrió los ojos se volvió a encontrar excitado por ella, recorriendo los lunares de su suave piel como pequeñas estrellas en el universo. Eran polvo de estrellas.
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